Soldadito marinero -y piloto- septiembre 7, 2007
Posted by Marta in Saco sin fondo.trackback
Jorge nunca tiene los pies en la tierra: cosas de ser marino y piloto, de vivir entre el agua y el aire, en la mar y en el cielo.
Es de Ferrol. Parece que canta cuando habla aunque no habla demasiado; en cambio, sonríe mucho. Sonríe siempre.
Ahora vive muy lejos -en la base de Pensacola- porque está haciendo la instrucción de vuelo de helicópteros.
Curiosos los helicópteros: tienen algo de insectos -coleópteros, lepidópteros, dípteros… helicópteros- y siempre me han recordado a las libélulas. ¿O era al revés? No sé bien. Por su forma y por el ruido que hacen al volar. Hace un tiempo que las libélulas también me recuerdan a él.
Y hoy paseo con Jorge sobre los hombros en forma del jersey rojo con capucha que me trajo de la Florida la última Navidad. Así, me acuerdo de él por partida doble: porque sí, como siempre y por el jersey colorado, uno de mis preferidos.
Trasteando en la red, vine a dar con este dibujo: no consigo acordarme de dónde lo saqué pero es para él.
Para Jorge.
Hasta la vuelta, que ya queda -un poco- más cerca.
Qué envidia, Piloto. Yo quería serlo, desde que conocí a Murdoch de “El equipo A”. No bromeo con eso, me marcó. Pero me faltan ciertas cualidades: agilidad, coordinación, reflejos, sagre fría e inteligencia.
Tampoco tengo gusto para regalar jerseys =P (sólo libros)
Locura sí, de eso sí que tengo.
Lo que podrá ver desde allá arriba…
A mí me encantaría ser piloto, si no fuera por un pequeño fector. Me dan miedo las alturas. Tanto es así que una vez de pequeño me subieron a caballito y me dio miedo.
Ohhhh, quepasada!!! Oye, ¿Jorge no me podría gestionar uno de segunda mano? A Peter le insistí mucho, pero no era del negociado… Bueno, en tus manos lo dejo.
Ves Marta como todo el mundo quiere ser piloto? Si es que nunca me haces caso. Nunca.
¿Pues eso de no tener los pies puesto en la tierra a quién no se le antoja? Abrir los brazos y volar alto alto.., y ver todo el horizonte…, y sentir el viento…, y el sol que te quema la cara… ¡Claro que a mi así también me gustaría ser piloto!
Poco duraría uno de esos en mis manos. Ni de juguete. Pero saber hacer volar uno…
Tremenda libélula
Creo que lo que se puede llegar a ver desde arriba es indescriptible. Pero también debe haber momentos de una tensión terrible…