Cuauhtèmoc (II) diciembre 18, 2007
Posted by Marta in Bilbao.trackback
Hace unos pocos días que se celebró la fiesta de la Virgen de Guadalupe y olvidé escribir una historia bonita que me contaron hace un tiempo sobre el Cuauhtèmoc.
Uno de los ingenieros navales que lo construyó pensó que el buque no podía hacerse a la mar sin el amparo de Nuestra Señora y, como se trataba del buque escuela mexicano, le pareció que debía ser la Virgen de Guadalupe la que acompañara a los marineros en sus travesías. Así se lo transmitió al almirante que había hecho el encargo pero éste se negó categóricamente: “México es una república laica”.
Aun así, el ingeniero habló con un ebanista de Erandio -un pueblo de la ribera del Nervión, cerca de Bilbao- y le encargó un bajorrelieve redondo de la Virgen y, pintándolo de blanco para que no se apreciara, lo colocaron en la punta del bauprés -el mástil de proa que abre la navegación de un barco-.
Años después, cuando el Cuauhtèmoc arribó nuevamente a Bilbao, fue a visitarlo: no quería dejar de pasear por la cubierta de una de sus obras maestras. Y el lugar donde primero posó sus ojos fue en María: con sorpresa y emoción, vio que la habían policromado.
Después contó que cada 12 diciembre, el buque está atracado en el puerto de Acapulco y la tripulación llena el bauprés de flores y cantan “Las mañanitas” en honor de la Virgen de Guadalupe. La tradición consiste en que, como México es una república laica, el almirante les manda arrestar por ese homenaje pero inmediatamente, por ser fiesta nacional, les indulta.
Año tras año, se repite este capítulo. Y María de Guadalupe se hace a la mar en cada singladura protegiéndoles bajo su manto, porque es Madre buena.
-A Ana Mari, la locuela de los Tenis Rosas, que siempre nos contagia su fuerza y buen humor-
Hoy nos necesita un poco y aquí nos tiene. No se merece menos.
Que detallazo Marta!.
Bonito esto que cuentas. Muy bonito!. Que bonito lanzarse a la mar de la mano de la Morenita. Yo asi me embarco en cualquier empresa también!
No me acuerdo – en mi proceso febril- si era El San Juan o El San Pedro, dos de los pasos más descomunales de la Semana Santa cartagenera está en un cuartel de la marina. Esa noche le hacen un pase para que salga, peor como la procesión termina tardísimo, el jefe del acuatrelamiento, no recuerdo, coronel, pongamos, le arresta durante un año. Así, El San Juan o El San Pedro se pasa un año encerrrado un año entero, hasta el siguiente Jueves Santo, cuando vuelven a arrestarle. Oye, y poca broma, porque le arrestan con papeles, nombre y todo lo que la burocracia requiere.
Me ha encantado la historia que nos cuentas. Paso a ver a Ana Mari.
Bonita historia y bonito detalle.
Qué buena y emocionante historia. Si es que como sois los de Bilbao.
¡Qué historia más bonita! El detalle, fantástico.
Marta, gracias! Ya desde que empecé a leer el post estaba emocionada con la historia. Refleja tan bien la forma de ser del mexicano, pintoresca y humorística a veces, pero llena de sentimiento. Eres una artista, cómo cuentas las cosas es increíble. Y bueno, al final, la dedicatoria, sólo puedo decir GRACIAS. Aquí seguimos, hacia adelante, navegando como el buque, con la Virgen de capitana.
Un beso!
Me gustó mucho el arresto-indulto.
Es que las formalidades, tienen lo que tienen…
Muy bonita historia.
Ebanista de Erandio. Claro.
P.D: Muy bo(i)nita.
qué bonito :)
qué historia más bonita…
Hola Marta:
soy uno de tus lectores habituales (aunque hasta ahora silencioso)..
Me ha gustado el post. …y con tu permiso voy a linkarlo en mi blog.
hace algún tiempo yo escribía sobre el mascarón del Cuauhtèmoc, pero no conocía la historia de este otro “mascarón”
…ya veo que los Vizcainos nos ganáis a cabezones a los navarros
Un saludo