Perplejidad (II) diciembre 21, 2007
Posted by Marta in Saco sin fondo.trackback
El autobús que va a Barañain está tan lleno que no cabe un alma más. Detrás de mí se colocan como pueden un chico y una chica. Ninguno de los dos tiene más de 16 años. Él hace claros esfuerzos por impresionarle y ella no se deja.
Al llegar a la última rotonda del trayecto, el chaval la señala y explica en tono casi heroíco:
– Mira, ayer el Mauro y yo nos estrellamos ahí mismo con su moto
– ¡Qué fuerte! ¿En serio?
– Sí, venía un coche y yo le avisé a Mauro pero justo entonces…
Ella le corta:
– ¿Y qué le pasó a la moto?
Me entra la risa pero me da tiempo a morderme la lengua y a esconder la cara tras el pañuelo que llevo al cuello. Una señora que va sentada, me mira y hace lo mismo.
Él no vuelve a abrir la boca. Al llegar a la parada, se bajan los dos juntos y con un leve gesto de la cabeza, se despiden: cada uno se marcha por su lado.
Lo digo y lo repito: pero qué mala leche os gastáis cuando queréis. Pobre muchacho, pobre moto y pobre Mauro…
PD: soy el primero: ¿hay premio?
Qué dura es la vida… Qué duro debió de ser el golpe…
Pero qué dura fue esa respuesta.
Sentimientos encontrados: uno en mí dice “Qué pringao, ja, ja”. Otro, en cambio “Pobre chaval”.
Bueno, ella habrá preguntado por la moto porque era claro que el muchacho estaba bien, no? Si no no estaría contándole ahí el suceso. Tal vez hasta lo decía como otro intento para impresionarla. Me gustó la respuesta de ella, aunque sí es un poco cruel jaja. Saludos.
Ay… qué tontos éramos…
PD: Como le des un premio a Néstor, estornudo en la pantalla y le pego un virus al clavo que alucinas, maja.
las chorradas que se hacen para impresionar a una mujer. Somos tan simples…
No le estuvo mal.
Poooobre, casi hasta me da pena el chico, cosa que no suele suceder.
Es que así no se hace, hay que saber. Ains, esta juventud (al habla el enano de 18 años).
jajajajaja qué arte!! me ha encantao :D