Semana Santa 2008 (I): Judas marzo 20, 2008
Posted by Marta in Letras con nombre propio.trackback
” (…) Y sacó el de Herioth los treinta siclos de plata y fue mirándolos a la postrera claridad de la luna; todos bruñidos; en la faz: la vara florida de Aarón y la leyenda: Jerusalén la Santa; y en el reverso: una palma y la copa de maná y los trazos que dicen siclo de Israel. Helkías, que custodiaba el sagrado Tesoro de Crobán, los tomó del primero de los trece troncos de orificia por donde caen los tributos y ofrendas a los arcaces del Templo. Y en tanto que los contaba, le preguntó riendo con mueca e náusea:
– Y tú ¿cuándo nos darás a tu Amo y Maestro?
Judas revolvióse y gritó:
– ¡Yo no tengo ni amo ni maestro! ¡Perdí mi alegría desde que me llamó ese hombre!
Y los escribas que le llevaron de la casa placer del Pontífice hasta el recinto del Santuario, le hacían grandes halagos, ensalzándoloe:
– ¡Tú salvas a Israel, tú salvas a Israel!
Judas se ató las treinta monedas en lo más fondo de sus ropas. Y murmuraba: “dentro de mi carne quisiera ocultarlas. Pueden verlas y recelarían, que dan un relumbror como no tienen los otros dineros. Recién labradas parecen. Mías son, mías son de justicia. Yo estoy solo entre todos. El Rábbi dispone de amigos”.
Y Judas pasaba la cuesta, dejando un furor de ladridos en todos los casales de la montaña. Apagóse la luna, enrojecida y aciaga. Y la madrugada quedó fosca. Entonces, llegó Judas a Bethania.
Muy lento, se descalzó, sigiloso, fue subiendo la escalera de la azotea de Lázaro. Acercóse a la cámara donde Jesús y los suyos se retiraban de noche. Ya sentía la respiración de ellos. Acomodaríase entre todos; y cuando despertasen, nadie sospecharía de su partida.
Empujó la puerta cautelosamente. Y el frío del miedo penetró en sus entrañas. Una sombra rígida vino hacia él. Y estremecióse Judas bajo la mirada de unos ojos profundos y amargos; y dijo en su alma:
– ¡Nunca duerme la madre del Rábbi! (…)”.
De “Figuras de la Pasión del Señor”, por Gabriel Miró.
¡Qué libro más increíble! La cita no puede ser más adecuada, para ayer y para esta misma noche…
[Espero que esos 7º y la lluvia que amenazaba no os impidieran salir]
Muy bueno Marta, muy bueno
Gabriel Miró, pero qué genio. Ay, si no fuésemos tan catetos, estaría a la altura de los grandes. Bueno, está, aunque se le reconozca poco. Miró nunca estuvo en Israel. Al parecer, se inspiró en los palmerales levantinos para recrear los ambientes de la Pasión. Marta, extraordinaria, ya sabes.
Tremendo.