Trae septiembre 7, 2008
Posted by Marta in Saco sin fondo.trackback
Ahora que te has ido prométeme -prométemelo- que traerás, a la vuelta,
– a ti, lo primero, sin rasguños y rebosante de alegría
– un abrazo inmenso, por todos los que faltarán estos días
– los rincones más bellos en tus retinas grabados; sonidos y colores de culturas mezcladas; polvo de la carretera, arena en los bolsillos y salitre de ese mar que no es mar
– recovecos de la ciudad vieja y sus cuatro puertas; alguna piedra antigua que encuentres en el camino; una ramita del Monte de los Olivos y el canto del gallo
– ruido de pasos sobre el suelo de la tierra que le vio nacer; rumor de oración; el silencio de los Santos Lugares y la explosión de júbilo por haberlos vistado
– las palabras que mejor expresen cuánto has disfrutado, para vivirlo a su través y entonces será como si yo también hubiera estado
– tu sonrisa de siempre, ésa que me refuerza la calma cuando flaquea
Y yo, mientras, colecciono momentos -grises y brillantes, todos los que pueda- para mostrártelos cuando llegues, para que no me encuentres -como suele sucederme- con las manos vacías.
Bonito lugar para irse y bonitas cosas las que promete volver a la vuelta.
¿tu las manos vacias? no creo! esa sonrisota que lo llena todo!
Pero si tienes las manos llenas de historias…
Con alguien que me pida esas cosas yo tendría que estar muy convencido para irme.
«Las palabras que mejor expresen cuánto has disfrutado, para vivirlo a su través y entonces será como si yo también hubiera estado.
Tu sonrisa de siempre, ésa que me refuerza la calma cuando flaquea.»
Precioso.
Me temo, Marta, que es imposible encontrarte con las manos vacías.
Hola, es la primera vez que entro en tu blog y la verdad es que lo poco que he visto me ha encantado.
¿quién ha tenido la suerte? después, cuéntanos, como si hubieses estado. un abrazo!
Lo va a pasar fenomenal y vendrá con las manos bien llenas. Seguro.
Cuando se vuelvan a encontrar, ninguno de los dos tendrá las manos vacías. Un beso!
¿Ya está allí? Yo espero escaparme algún fin de semana (y pico) este otoño. ¿Y tú? Estará bien que vuelva con las manos llenas, pero tú también puedes ir a buscar lo que le recomiendas que traiga.
De los Santos Lugares en general y de Jerusalén en particular te puede traer lo que pides y seguro que te sorprende con algo más. Es una experiencia única, asombrosa para que te la cuenten; si en un futuro lo puedes vivir en primera persona, no lo dejes escapar.
P.S.: «Iuris et de iure», siempre vienes con las manos llenas.
Casi nunca se me ocurren comentarios, pero siento la necesidad de dejar constancia de que sigo pasando por aquí y de que me sigue gustando mucho lo que leo, muchísimo
Tan importante como lo que traerá, el encargo que lleva.
me enacantó cómo lo expresaste